jueves, 26 de noviembre de 2020

Meditación Salud y Bienestar

Actualmente más médicos, nutriólogos, terapeutas y profesionales de la salud están convencidos que la práctica de la meditación, junto a una dieta adecuada y ejercicio físico, pueden mejorar la salud, la calidad de vida y el bienestar general de las personas.

Durante siglos, las personas han usado la meditación como una forma para lograr la armonía interior. Las principales religiones del mundo, como el budismo, el hinduismo, el islamismo y el cristianismo, han practicado la meditación como un medio para alcanzar la iluminación espiritual.

Se sabe que la meditación relaja, mejora la concentración, aumenta la autoconciencia, ayuda a combatir el estrés y da fuerzas para afrontar los problemas. La meditación también favorece nuestras relaciones con los demás. Mucha gente que medita ha logrado superar la depresión, la adicción a las drogas, la cafeína o el alcohol. Podemos decir que la meditación mejora nuestro bienestar físico, mental y espiritual.

Es indudable que la capacidad mental para analizar, discriminar, planificar y comunicarnos ha construido la vida moderna; sin embargo, la mente puede ser un arma de doble filo, pues así como nos ayuda a razonar y a pensar de forma creativa, si no aprendemos a desconectarla nos puede generar conflicto, preocupación y angustia. La meditación ayuda a silenciar el “parloteo” mental y nos ayuda a conectar con el sentir del corazón, dándonos un sentimiento de armonía, paz y bienestar.

La meditación nos ayuda a pensar con mayor claridad, así como nos ayuda a mejorar nuestros niveles de energía para trabajar con mayor eficiencia y menor cansancio. La meditación nos ayuda a relajarnos y alejarnos de las situaciones estresantes, nos ayuda a adquirir más control sobre nuestra mente y no identificarnos con las emociones negativas. La meditación nos ayuda a conocernos a sí mismos y nos ayuda a enfrentar las situaciones que se nos presentan.

La meditación mejora nuestra calidad de vida y nos hace más felices y la relajación que nos proporciona nos ayuda a mejorar nuestra salud física, emocional y mental.

La mente tiene el poder de actuar sobre el cuerpo. Pensar en una situación estresante provoca reacciones adversas en nuestro organismo; al contrario, pensar en algo positivo fomenta la producción de “hormonas del bienestar”. No debemos subestimar el poder de la mente para producir cambios en nuestro cuerpo, así como las emociones y sentimientos. Cultiva siempre la alegría de vivir y piensa y siente lo mejor de tí mismo y de los demás. La meditación mejora nuestra salud en general, pues la salud es en síntesis un estado de equilibrio funcional del cuerpo, las emociones, la mente y el Ser Interno.

Los estudios sobre los efectos de la meditación indican que ayuda a aliviar dolencias como la migraña, insomnio, síndrome del intestino irritable, síndrome premenstrual, estrés, ansiedad, depresión, desajustes de la presión arterial, ayuda a equilibrar los ritmos cardiaco y respiratorio, etc. Los estudios también indican que la meditación ayuda a aumentar la satisfacción y el rendimiento laboral. Muchos médicos recomiendan la meditación y técnicas de relajación a sus pacientes.

La meditación también nos ayuda a restablecer el equilibrio entre el hemisferio derecho e izquierdo del cerebro. Se sabe que cuando pensamos y hay mucha actividad mental el cerebro emite ondas beta y cuando sentimos o conectamos con el corazón el cerebro emite ondas alfa. Cuando vivimos el presente estamos en estado alfa, mientras que cuando pensamos por pensar, ya sea en el pasado o en el futuro, estamos en estado beta.

Actualmente la meditación ha dejado de ser un asunto reservado a místicos, yoguis o filósofos. No es necesario ser religioso o tener mucho tiempo para meditar, todos podemos hacerlo sin importar la edad o la ocupación. Con la meditación podemos superar el estrés, conocernos más y mejor o simplemente sentirnos mejor.

La meditación es más que una simple relajación, pero la relajación de la mente y del cuerpo es el primer paso de la meditación. Durante el proceso de la relajación la mente puede divagar, pero en la meditación la mente está alerta y concentrada. La meditación reduce la dispersión de la mente y nos ayuda a tomar conciencia del objeto de nuestra meditación, experimentándolo tal y como es en realidad.

Existen muchas formas de meditar, pero todas empiezan con una fase de relajación y luego viene la concentración en un objeto, imagen o sonido, sea interno o externo. Cada vez que la mente se extravía, es reconducida de manera delicada, pero firme, al objeto de la meditación. La mente dispersa acostumbrada a divagar puede ser superada con la práctica de la meditación, la meditación cultiva la atención por excelencia. Cuando logramos meditar la meditación convierte en una práctica que nos trae muchos beneficios y satisfacciones.

Algunas formas de meditación buscan la concentración en un objeto, otras buscan expandir los sentidos o nuestras facultades internas, otras buscan la contemplación de un concepto, cualidad o virtud superior, mientras que otras utilizan cantos, mantras, etc.

La imaginación y la visualización desempeñan un papel muy importante tanto en la vida como en la meditación, pues la mente no distingue entre las cosas reales y las cosas que imagina. Imaginar y visualizar un cuerpo saludable o en proceso de curación produce cambios y mejoras en nuestro organismo, curando algunas dolencias o simplemente manteniendo  nuestro estado de salud, armonía y bienestar.

Además de los beneficios de la meditación sobre la salud física y emocional, a través de la meditación, por el desarrollo de la atención y agudeza de los sentidos, podemos comprender y mejorar nuestras relacione con los demás. La práctica regular de la meditación nos ayuda a aumentar la confianza en nosotros mismos y la autoestima, superar el sufrimiento del pasado y disfrutar de la vida presente, en la familia, en el trabajo como en la vida social. Con la meditación podemos superar los miedos, las dudas, la desconfianza, la autocrítica destructiva y guiarnos por voz de nuestro Ser Interno o Guía Interior.

No esperes a sentirse enfermo para aprender a cultivar tu salud; todos los días hay que afirmar la salud. Si sientes que ya está enfermo existe la posibilidad de recuperar la salud de una manera natural. Sea para cultivar o recuperar la salud es necesario conocer mejor cómo funciona nuestro cuerpo, llevar una dieta adecuada, mantenernos activos, descansar lo necesario, llevar una vida relajada, pensar y sentir bien, manejar correctamente nuestras emociones, entre otros.  (Esta nota está en construcción, puede ser cambiada, corregida y aumentada) ¡El Creador Supremo Dios te de Salud, Armonía y Bienestar!

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Autoestima, Superación y Desarrollo Humano

Apreciados Amigos y Amigas, a lo largo de más de diez años dando Conferencias de Superación Personal y Desarrollo Humano, hemos observado aquí, allá y en todas partes la carencia de autoestima en las personas y la necesidad de elevarla. Resulta contradictorio que en los países con el más alto ingreso económico haya más estrés, soledad, tristeza, depresión y suicidios.

Es una ley que todas las personas de manera natural aspiramos lo mejor en la vida: éxito, salud, armonía, paz, prosperidad, etc. Cuando alguien ya no tiene aspiraciones en la vida o ya no quiere vivir es porque carece de autoestima o tiene un verdadero problema psicológico. Lo normal es que los padres quieren siempre lo mejor para sus hijos, los maestros quieren lo mejor para sus alumnos, los enamorados quieren lo mejor para su pareja, etc.

Hacer realidad nuestras aspiraciones en la vida no es producto de la casualidad, el acaso, el azar, la coincidencia, el destino o la suerte, nosotros creamos nuestra realidad con lo que pensamos, sentimos, hablamos y hacemos. El hombre, usando sus facultades maravillosas ha creado la cultura, la ciencia, la tecnología, la religión, las artes, etc., y el poder de pensar, sentir, imaginar, percibir, razonar, comprender, crear, intuir, entre otras, constituyen la riqueza invaluable del potencial humano que todos tenemos.

La autoestima es la base del bienestar, la armonía, el éxito, la prosperidad, la excelencia, la plenitud, la realización y la felicidad que todos aspiramos de manera natural en la vida.

Las personas con baja autoestima son tímidas, tristes, descuidadas y ansiosas; son inseguras y desconfiadas; son pesimistas y negativas; son irritables, agresivas y violentas; piensan y sienten mal de sí mismas y de los demás; tienen dificultad para relacionarse y comunicarse con los demás, etc.

Las personas con alta autoestima se aceptan tal como son, se sienten bien con su cuerpo, son alegres y les gusta sonreír, son felices por lo que son y con lo que tienen, tienen buenas relaciones y buena comunicación con ellos mismos y con los demás, tienen confianza y seguridad, se sienten capaces de lograr lo que se proponen, etc.

Autoestima es la valoración, la aceptación, el amor y el respeto que tenemos de sí mismos y que nos da la confianza y seguridad para vivir la vida. Cuando decimos que la autoestima es la valoración de sí mismos debemos de saber y comprender que no podemos valorar lo que desconocemos. En esencia todos somos seres únicos, valiosos y tenemos una riqueza invaluable que no hay que esperar perderla para valorarla. Hay que valorar nuestra salud y nuestro cuerpo, nuestra riqueza emocional, intelectual y espiritual. Podemos cambiar lo que sea posible cambiar pero debemos aceptar lo que no sea posible cambiar, mas nunca compararnos. La comparación negativa es destructiva, comparación destructiva es querer ser o tener lo que otros son y tienen, cuando en verdad somos seres únicos e irrepetibles.

La felicidad que todos buscamos no la podemos buscar afuera, porque la felicidad es un estado de pensamiento y sentimiento que tenemos de sí mismos. La felicidad no es tener una cara bonita o un cuerpo bonito, pues hay tantas mujeres hermosas y hombre bien parecidos que en este momento están sufriendo, en todo caso la belleza es equivalente a salud y la salud a autoestima. La felicidad no está en las cosas pero todos debemos servirnos de las cosas pues todos merecemos lo mejor en la vida. Definitivamente solo hay autoestima cuando nos conocemos y conforme nos vamos conociendo vamos fortaleciendo, elevando o reconstruyendo nuestra estima.

Es un principio universal que todos los seres humanos somos seres únicos, valiosos y dignos en la Creación y merecemos lo mejor en la vida. Todos estamos dotados de grandiosas facultades creadoras y estamos aquí con el propósito de aprender en la escuela de la vida, conquistarnos a sí mismos y realizarnos en todos los aspectos de la vida y de nuestro Ser.

El hombre es en sí mismo la obra suprema de la creación, pero el hombre psicológicamente es lo que él piensa y siente ser, pues nos convertimos en lo que pensamos, sentimos, hablamos y hacemos. Si tú piensas y sientes que no vales, no vales, pero si tú piensas que eres valioso, eres valioso. Date la oportunidad de pensar y sentir lo mejor de ti y de los demás.

La vida es un reflejo de lo que pensamos y sentimos de nosotros mismos, del auto-concepto e imagen interior que tenemos de sí mismos. ¿Te comparas con los demás de manera negativa? ¿Crees que no le gustas a la gente? ¿Crees que no vales? ¿Te ves mal físicamente? ¿Te dejas insultar o humillar? ¿Te culpas cuando algo te sale mal? ¿Te desprecias por tus errores y fracasos? Las personas nos tratan de acuerdo a la imagen interior que proyectamos.

En el día a día, para no destruir nuestra autoestima hay que evitar pensar, sentir y hablar mal de sí mismos y de los demás; hay que evitar la comparación destructiva, la competencia egoísta y el estrés; hay que evitar las emociones destructivas, los resentimientos, los odios, los sentimientos de tristeza, la depresión, la auto-lástima y la auto-condenación.

Lo bueno de todo es que así como hemos construido una autoestima generalmente pobre, que es el resultado de la formación, educación y cultura que hemos recibido de nuestros padres, maestros, religión, familiares, medios de comunicación y sociedad, cuando queremos y nos damos la oportunidad, podemos reconstruir o crear una autoestima equilibrada y saludable, querer es poder.

El primer paso para reconstruir nuestra autoestima es conocernos a nosotros mismos y conocernos a nosotros mismos es realmente un proceso, pero nadie puede comprender a los demás si no se conoce a sí mismo, nadie puede tener buenas relaciones y buena comunicación con los demás si no se lleva bien consigo mismo. Lo primero que debemos saber es que tenemos una mente maravillosa, creadora, que permite conocernos, realizarnos, hacer todo lo que queremos y obtener todo lo que deseamos. La mente es creadora, la mente crea nuestra realidad del día a día de acuerdo a lo que pensamos, sentimos y hablamos. La palabra hablada, los decretos y afirmaciones positivas tienen el poder de crear un estado de ánimo positivo, construir nuestra autoestima o materializar lo que deseamos. La mente es la que dirige y comanda al cuerpo, cuerpo hermoso, inteligente y perfecto que debemos de aceptar en vez de rechazar porque el cuerpo nos sustenta todo el tiempo. Una práctica del día a día es agradecer por todo lo que tenemos. Sentir gratitud por nuestro cuerpo en vez de rechazarlo es una manera de tener salud todos los días. Además de la mente y el cuerpo tenemos una dimensión o cuerpo emocional y una dimensión o cuerpo espiritual. Y para conocernos mejor también tenemos una imaginación creadora y una intuición previsora.

El segundo paso es la reconciliación y si fuera necesario el perdón. No podemos rechazarnos o rechazar nuestro cuerpo porque enfermamos. Está comprobado científicamente el efecto del pensamiento y sentimiento hacia el cuerpo. Si piensas y sientes que estás saludable, lo estás, pero si piensas y sientes que estás enfermo tu cuerpo se enferma. La reconciliación y el perdón transmutan los bloqueos energéticos, cadenas o paredes psicológicas creados por las culpas, resentimientos, rencores y odios. El perdón es una actividad del amor y para perdonar incondicionalmente tenemos que aprender a amar incondicionalmente.

El tercer paso es justamente el cultivo de la salud que es equivalente a belleza. Y para cultivar la salud hay que practicar los siguientes principios: respirar aire puro y beber agua saludable; comer alimentos saludables en cantidad y tiempo adecuados; trabajar, hacer ejercicio y evitar el ocio; descansar y dormir lo necesario; vestir ropas simples y holgadas; pensar y sentir bien; cultivar los Valores y Principios Universales.

El cuarto principio para elevar o reconstruir nuestra autoestima es aprender a relajarnos y a meditar. La mejor forma de relajarnos es sentir la presencia de la vida en nuestro corazón, sentir gratitud y amor por nuestra vida. La vida es lo más sagrado que tenemos y que hay que aprender a amar. La más grande necesidad que tiene la humanidad en este momento es aprender a sentir. Aprendiendo a sentir gratitud por la vida en nuestro corazón aprendemos a amarnos. Meditar es no pensar, cuando dejamos de pensar empezamos a sentir, sentir nuestra vida, sentir nuestra energía, nuestra presencia e individualidad. Cuando dejamos de pensar abrimos un canal hacia nuestro ser y nos llenamos de nuestra propia energía.

El quinto paso es cultivar los Valores y Principios Universales empezando por el amor y el respeto. Donde hay amor hay armonía y paz, donde no hay amor hay conflicto, caos, dolor y destrucción. Nuestro gran presidente Benito Juárez dijo que el respeto al derecho ajeno es la paz y yo creo que el respeto a la dignidad humana es la paz. Tener autoestima, reconocer tu grandeza y valor no es engreimiento, egoísmo, vanidad, soberbia o narcisismo como algunos suelen pensar, sino consciencia. Cuando te valoras a ti mismo porque te das cuenta de lo que eres y lo que vales tienes la humildad para reconocer el valor, la grandeza y la dignidad de las demás personas.

El sexto paso es analizar, reflexionar y comprender las creencias limitantes y falsos valores que nos impiden tener una autoestima equilibrada y saludable. Si tú crees que no vales es porque probablemente en alguna etapa de tu vida te dijeron y te hicieron sentir que no vales, pero esa no es la realidad, todos somos iguales en dignidad y por eso somos valiosos y merecemos lo mejor de la vida. Pero si tú piensas y sientes que no vales, esa es tu creencia, una falsa creencia, porque somos lo que pensamos y sentimos ser. Si tú piensas y sientes que no mereces es la misma historia, porque todos tenemos dignidad y merecemos lo mejor de lo mejor. La lista de creencias limitantes y falsos valores puede ser extensa, por eso la superación y el desarrollo personal es un proceso donde conforme nos vamos conociendo nos vamos superando y conquistando a sí mismos.

Finalmente el séptimo paso para reconstruir o crear una autoestima equilibrada y saludable es construir o realizar la imagen de nuestro verdadero ser, el ser interno que se expresaba cuando éramos niños y que hemos sepultado con las experiencias desagradables que hemos tenido en la vida, experiencias incomprendidas que generan conflicto, sufrimiento y dolor en la vida de las personas, pero que cuando se comprendan nos darán la sabiduría por la cual estamos viviendo en esta maravillosa escuela de la vida. Si deseas una asesoría, una conferencia, curso o taller contáctanos al celular 2261007510. ¡Mis mejores deseos de Salud, Armonía, Éxito y Prosperidad para todos!

Meditación Salud y Bienestar

Actualmente más médicos, nutriólogos, terapeutas y profesionales de la salud están convencidos que la práctica de la meditación, junto a una...